A todo el mundo le gusta Nueva York.
Todo el mundo dice que le encantaria vivir en Nueva York, que es una ciudad espectacular, que tiene una energia especial, que se puede hacer lo que quieras cuando quieras, etc. Pero, a la vez, todo el mundo se queja del trafico, de la mala leche de la gente, de la suciedad, de la falta de modales de los peatones y/o de los taxistas, etc.
Quizas por eso todos quieren vivir aqui y, a la vez, acaban mudandose a Nueva Jersey o Conecticut cuando llega el momento de crear una familia. Todos quieren vivir en Nueva York, porque siempre hay gente en la calle, porque puedes comerte unos tacos a las 5 de la manana en cualquier esquina, pero luego el trafico, el ruido y el hecho de que ciertas personas esten alteradas por el frenetico ritmo de vida, acaba agobiandoles.
Pues yo digo que, mala suerte. Quien crea que existe un lugar perfecto, acorde con su estilo de vida y, aun mas importante e imposible, con su estado de animo, es un perfecto idiota.
O sea, que quiero tranquilidad cuando estoy estresao, pero tambien me gustaria que mi lugar de residencia tenga tal revuelo mediatico que Bob Dylan decida que es importante incluirlo en su proximo tour. Pues no me parece logico.
Nueva York es impresionante. La gente que he podido conocer en esta ciudad es la mas cosmopolita, variada, inteligente, integra, moral, esperanzadora, interesante, inspiradora y poca madre con la que me he cruzado en la vida. Siempre dispuestos a ayudar, a explicar como llegar a algun lugar, a charlar por el simple hecho de charlar, a recordarte por tu nombre, como se debe recordar a las personas, y ha montar los mejores eventos que jamas se podrian imaginar.
El sabado pasado, por ejemplo, hice una cola durante casi 2 horas para poder pasarme las siguientes dos horas sentado en la hierba de Central Park viendo el documental producido por Yoko Ono, «LennoNYC». El dia fue espectacular y la noche, aunque refresco bastante hacia el final, inolvidable.
Cerca de 3,000 personas se dieron cita en el pulmon de Manhattan para revivir la historia del genio que hubiera cumplido 70 anyos ese mismo dia. Entre los chistes de Lennon, las ocurrencias de Sean (que decia que su cancion favorita era «With a little help from friends») y la emocion de todos los musicos que trabajaron con el lider de The Beatles, el documental se paso volando, y lo que mas me llamo la atencion fue la gente que acudio. De todas las edades, de todos los colores, de todos los tipos y sabores, pero todos con algo en comun: el efecto que la musica de John Lennon ha tenido en nuestras vidas. Todos cantamos a coro las canciones post-Beatles de Lennon, y todos nos reimos con los «hits» de Yoko, como Kiss, Kiss, Kiss. Por Dios.
Fue la primera vez en mi vida que no me senti agobiado en un evento con tanta audiencia. Todo el mundo hizo la cola sin, efectivamente, colarse. Todo el mundo respetando al vecino. Todos entramos por una pequenya puerta y buscamos un lugar donde sentarnos, ordenadamente, procurando no molestar al espectador de detras, fijandonos que no ocuparamos mas sitio del necesario, para que mas personas pudieran entrar, e incluso dejando los pasillos de salida desocupados, tal y como nos indicaron.
El silencio en algunos momentos del documental fue casi sepulcral. El sonido de la ambulancia que llevo a John al hospital Roosevelt aquella fria noche de Diciembre de 1980 se hizo estremecedor a traves de los altavoces del parque; aparte de las sirenas, solo se podia escuchar el viento que soplaba en los arboles. En ese mismo instante, me fije como muchos de los alli presentes mirabamos al cielo, al viento, a las hojas, a la luna, y no dudo que muchos pensaramos que alli, entre nosotros, 70 anyos despues de su nacimiento y casi 30 despues de su muerte, estaba con nosotros Mr. John Winston Ono Lennon.
Nueva York es espectacular. Y esto solo fue una noche.
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You’re very lucky to be experiencing this. I’m glad for you. You fit right in with the people you described….good things!