24 años son muchos años. Dicen los clásicos (mis padres, hermanos, jefes y amigos mayores) que no, que 24 son una cantidad insignificante comparada con todos los que me quedan por cumplir, pero de cualquier forma, son muchos años.
Y es que hace 24 años el mundo era muy diferente. Hace 24 años yo era un recién nacido cagado de frío en un bungalow de Calas de Malloca. Mi hermana tenía cinco años y ya se prefilaba como jefa de todo lo que había a su alrededor, mientras mi hermano, que tenía siete años y ya hacía perrerías (no confundir con el Perreo) con sus amigos y amigas, le tenía pánico a la canción «Mr. Kite» de Los Beatles y a los primeros 45 segundos de «Thriller», ambas influencias musicales de mi tio.
Además, hace 24 años, Maradona jugaba en el F.C. Barcelona y hacía sus primeros pinitos en el mundo de la drogadicción (empujado por el bon vivant de Julio Alberto), Michael Jackson todavía era negro, y cantante, el Real Madrid de la Quinta del Buitre sólo tenía seis copas de Europa, Ronald Reagan encabezaba la política estadounidense en medio de la Guerra Fría, el Pioneer 10 se convertía en la primera misión espacial en ir más allá de Neptuno, hasta entonces el último planeta de nuestro sistema solar (eso también a cambiado), David Hasselhoff se convertía en un ídolo de multitudes a bordo de su Coche Fantástcio KITT, el Equipo A era la serie más vista por todos los españoles y por muchos televidentes de todo el mundo, «Terms of Endearment» barrían los Oscars y, como serían las cosas, que Jack Nicholson se llevaba la estatuilla de oro al… mejor actor SECUNDARIO, en la cinta de James L. Brooks.
Pues sí, ha cambiado mucho el mundo desde 1983, aunque algunas cosas siguen igual. U2 sigue rocanroleando, Keith Richards no se ha muerto todavía, en España —dato no confirmado— siguen poniendo Verano Azul cada año, Eurovision sigue decidiendo quien es el rey de la canción en Europa (¡ja!), y superhéroes como Indiana Jones, Superman, Batman, Rocky o Rambo siguen rompiendo récords de taquillas en los cines de todo el mundo (aunque eso también denote una gran falta de creatividad en Hollywood… no vamos a ponernos a hablar de la cantidad de remakes que vemos en la gran pantalla todas las semanas).
Sin embargo, y aparte de que con 24 años, sigo estando en la línea que divide la infancia de la madurez, me siento un niño. Un niño grande, con responsabilidades y expectativas, propias y ajenas, que debo cumplir, pero al fin y al cabo, un niño.
Quizás por eso me he puesto a la tarea de recopilar las mejores series de dibujos animados de cuando era niño. No las mejores producciones, si no las que más me gustaban a mí, mis preferidas. Bajo la falsa excusa de que las quiero para grabarselas a mis sobrinos, he comprado algunas de las series que mejores recuerdos de mi infancia me traen. Series de otro tiempo, cuando los dibujos eran bonitos (me refiero a las formas y colores en sí, que hoy en día han derivado en un montón de rayajos que debemos imaginar que son humanos o animales, pero que, en realidad, no se parecen en nada a las criaturas que pretenden representar), cuando las historias no eran ni tan violentas como algunas —la ristra entera del Adult Swim de Cartoon Network es algo que todavía no entiendo totalmente— ni tan estupidamente inocentes como otras —Teletubbies, etc.
Dice mi tio que cuando alguien empieza a rebuscar en su infancia por recuerdos de este tipo, es porque se ha convertido, oficialmente, en viejo. Y él lo sabe bien, pues mediada su treintena fue capaz de recopilar y encuadernar la colección entera de «El Capitán Trueno», gracias a la cual cuento, hoy día, con una magnífica camiseta del insigne caballero medieval español entre mis más preciadas posesiones. Pero no estoy tan seguro de que su teoría sea apropiada. A mí me ha dado por recuperar todos estos recuerdos ahora, como a él le dio a los treinte y pico, pero no creo que eso me haga más viejo.
Es más, mi novia, tan mayor ella, no para de reirse, casí avergonzada, cuando me pongo a cantar la canción de Los Trotamúsicos como un loco pegando botes en el sofa, o cuando me emociono con las peleas de Seiya en Los Caballeros del Zodiáco.Dudo que eso signifique que me he hecho viejo de repente, si acaso, tiene que ser al revés, he vuelto a ser niño de pequeño. Sólo espero que, algún día, a mis sobrinos y a mis hijos les gusten tantos estas series y les hagan tan felices como a mí cuando era pequeño… o como ahora que ya no soy tan pequeño.
Sólo tengo 24 años…¡buff!
Está es la lista de series que ya tengo en mi poder
David el Gnomo
D’Artacan y los Mosqueperros
La Vuelta al Mundo de Willy Fogg
Marco
Mofli: El Último Koala
Los Trotamúsicos
Los Caballeros del Zodiaco
Supergol (Rafael)
Verano Azul (bueno, no son díbujos, pero…)
Otras que quiero comprar:
Musculman (catalán)
Dragon Ball (catalán)
Campeones (Oliver y Benji)
He-Man
Los Diminutos
Scoobie Doo
Pumuki
Fragguel Rock
La llamada de los Gnomos
Los Snorkels
Los Pitufos
Lucky Luke
Chicho Terremoto
Opina:¿Cuál es la serie de dibujos que más te gusta/ba?
Filed under: Tonterías |
¡24 años… tan viejo!!!…. pobriño, eres un ‘yogurín’… si te consuela el lunes cumplí yo 41.
Felicidades y muchó animo y suerte con tus planes…
Un abrazo
Chaval, ¿no me digas que tienes a Willy Fogg? ¿Y a Dartañan? Joder macho, ahora sí me emocioné.
Mira-ver si pillas a Espinete.
Un abrazo, El Mortero (Joaco)
Vaya, te dió la nostalgia de la vejez!! Pronto!!! Yo empece a los treinta y aun me dura. Que Dios te ampare!!! No tendrás sitio en casa para meter todos tus recuerdos. Bienvenido al club!!!
Un besazo de tu tío.
[…] Tan joven y tan viejo marzo, 2008 3 comentários […]