¡Vaya par de mentirosos!

Vaya, vaya, vaya. El país pasa por el peor momento de su corta historia. El lunes Wall Street cerró con los números más bajos desde la Gran Depresión de los años 30. El gobierno decide «pedir» al congreso 700 mil millones de dólares para «ayudar» a la economía a salir del agujero en el que la han metido los banqueros, agentes y brokers de bienes y raíces, y todos esos señores que se pasean por Nueva York de traje y corbata, que viajan en coches de lujo y en primera clase cuando vuelan y que, durante un par de horitas al día, descuelgan un teléfono, especulan con el dinero que tenemos en el banco y nuestros fondos de retiro, y luego se llevan una comisión millonaria que les permite mantener un estilo de vida que raya entre la lujuria y el despilfarro.

Pues estando así el país, y encontrándonos en medio de una campaña electoral para elegir al que será nuestro presidente durante los próximos cuatro u ocho años, lo mínimo que podemos exigir es que los candidatos al sillón presidencial que ahora ostenta W. digan la verdad.

Estamos hartos de mentirosos y estamos hartos de medias verdades, de politiqueos, politicuchos y de frases que, depende como las mires, pueden significar una cosa u otra. Estamos hartos de todos los «consejeros de campaña» que en cuanto termina un debate entre los dos candidatos a la Casa Blanca no dudan en sentarse frente a las cámaras de CNN y NBC y de cualquier canal que quiera darles cobertura para «explicar» lo que ha querido decir su candidato.

¡No me jodas! Graduados de West Point, Harvard, etc… ¿y no saben EXPLICAR lo que quieren decir? ¿Tiene que venir un donnadie a EXPLICAR si Hernry Kissinger de verdad dijo o no dijo que sería bueno hablar con Irán sin condiciones acordadas de antemano? ¿Tiene que decir el jefe de campaña de un candidato presidencial que en realidad, a lo que el candidato se refería cuando dijo X era Y, pero que dijo X y después dirá Z, porque la situación lo aconsejaba? ¿WTF?

Factcheck.org te brinda sólo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad sobre lo que ocurrió en el primer debate entre John McCain y Barack Obama.

Como diría Richard Nixon: «I’m [They’re] not a crook».

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Cosas que no entiendo…

Se acaba el verano. Empieza el otoño. Hasta ahí todo bien, me queda bastante claro. Sin embargo, hay un par de cuestiones que me tienen más confundido que nunca. Aquí una lista de cosas que, a estas horas, no entiendo:


Sarah Palin es la candidata a la vicepresidencia en caso de que gane las elecciones presidenciales estadounidenses el partido republicana. Sin embargo, su carta de presentación es que viene de una familia pobre y es madre de cinco. Hmmm… mi madre, por tener 3 hijos, podría ser por lo menos secretaria de estado.


Robinho pretende ser el mejor jugador del mundo. Lo que no entiendo es como lo piensa conseguir en el Manchester City. Me parece perfecto que la familia real de Abu Dhabi haya comprado el equipo y que quieran fichar a 15 delanteros a golpe de talonario pero, de momento, Robinho comparte vestuario con «cracks» del nivel de Martin Petrov, Darius Vasell o Valeri Bojinov.


No entiendo, aunque estoy contento, que a Rafa Nadal le den el Príncipe de Asturias y no a la selección española de fútbol. Años buenos Rafa tendrá muchos, pero de aquí a que la selección vuelva a ganar algo Dios sabe cuanto tiempo puede pasar…


Hay guerra en el Real Madrid. Parece que Schuster y Mijatovic no se pueden ni ver. El alemán no le perdona al montenegrino que, nada más ganar las elecciones Ramón Calderón, éste aconsejara el fichaje de Capello en vez del suyo. Por su lado, Mijatovic no soporta el amiguismo entre Miguel Ángel Portugal, fichado en principio para sustituir a Pedja y ahora relegado a guerrillero de los despachos, y el técnico del primer equipo, pues piensa que pretenden hacerle la cama. ¿Por qué, si no, pediría Schuster los fichajes de Soldado y Saviola para no contar con ellos luego? Mijatovic se la ha jugado vendiendo a Robinho el último día del mercado y dejando en caja 40 millones de euros, pero debilitando la plantilla de Schuster, intentando de paso forzar la dimisión del alemán. De esto, lo que no entiendo en realidad, es como Ramón Calderón no es capaz de apostar por uno o por otro. O se echa a Mijatovic y se dan galones a Portugal, o se raja a Portugal, se refuerza a Mijatovic y se busca un técnico del agrado (amigo…) del montenegrino para la temporada que viene. Calderón, marioneta, dimisión.


Alci Maldonado, a la que nadie a dado vela en este entierro, es la presidenta de la asamblea nacional republicana por Florida. Nacida en Bogotá, de pequeña se mudó con su familia a Miami tras el Bogotazo, pues su padre, liberal y de izquierdas él, era muy amigo de Gaitán y temía represalias. Bueno, ahora resulta que Maldonado se ha aficionado a la política a la vejez viruela, y le dió por decir en la apertura de la convención nacional republicana que muchos latinos, al llegar a Estados Unidos, se hacen demócratas por «ignorancia». Alega que los latinos escuchan las palabras liberal y demócrata, y se adhieren al partido porque vienen buscando «libertad y democracia», pero que no es hasta una vez instalados en la sociedad americana que se dan cuentan que los principios republicanos están más acordes con la cultura latina porque «respetan la moralidad religiosa, son pro vida y no son partidarios de los matrimonios hombre-hombre y mujer-mujer».

A esta señora conviene decirle que:

1) Se dé una vuelta por Latinoamérica, que las cosas han cambiado mucho desde hace 40 años y no todos los latinos son fanáticos religiosos, detestan el aborto o son homófobos.

2) Que no dé por hecho algo que ella ha deducido tras hablar con su grupo de amigas mientras echaba una partida de bridge o canasta en el Country Club de Coral Gables en Miami.

3) Hace mucho tiempo que es políticamente correcto decir la palabra HOMOSEXUAL. Sin embargo ella, con su tinte de pelo y sus vestidos estilo Bárbara Bush, sigue diciende: «matrimonios hombre-hombre, mujer-mujer».


Algo que no entiendo también, es como AP se [in]digna a hacerle una entrevista a esta señora. ¿Pero, quién es? ¿De dónde ha salido?


Google saca un nuevo navegador, el Chrome, pero asegura que no pretende crear competencia con Firefox; un proyecto que apoya económicamente a través de la Fundación Mozilla. ¿Eh? ¿Cómo se come eso?


George Bush asegura que McCain será el próximo presidente de la nación. ¿Él ya lo sabe? ¡Boicot a las elecciones! ¡Tu voto no cuenta! ¡Está todo amañado! (jeje)


El jefe de campaña de McCain dice que las elecciones no estarán guiadas por los temas más importantes que afectan al ciudadano, si no por las personalidades de los dos candidatos. ¿Y cuál será el plan de emergencia para conseguirle una personalidad al abuelete John?


Para terminar, volvamos al principio. Sarah Palin aboga por no educar a los niños sobre la sexualidad, aboga por la abstinencia pre, post y extra matrimonial, y rehuye la distribución (y mucho menos la utilización) de condones en las escuelas secundarias. Bien. Vamos para atrás como los cangrejos. Cuando los jóvenes pueden saber todo lo que hay que saber sobre el sexo antes de los 10 años simplemente viendo la tele o navegando Internet, lo mejor es NO EDUCARLOS en las escuelas. Bien. Cuando los jóvenes tienen las hormonas por la nubes y a los 16 años muchos ya tienen coche donde consumar el acto físico del «amor», noche si y noche también, y no siempre con la misma pareja, lo mejor es no repartir condones ni explicar como y, sobre todo, por qué se deben utilizar. No. Lo mejor es practicar la «abstinencia», explicarlo en familia, que eso que piensan hacer es PECADO y que mejor no lo hagan. Claro, la putada es que cuando pega el arrebato, y se te olvidan los sermones del cura y de tus padres, te dispones a hacerlos y no hay un condón al alcance de la mano. La verdad, es que en ese caso lo mejor que le puede pasar a una chica es quedarse embarazada, pues recuerdo que todavía no se ha encontrado la cura del SIDA.

Eh??

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Sí, ya sé que el título de este post no tiene mucho sentido, pero es que tampoco el tema del mismo (ni la foto del costado) tienen ningún sentido.

La cuestión es que hoy, después de mucho tiempo, le he echado un vistazo a las estadísticas de mi blog y me ha sorprendido el hecho de que, bajo el subtítulo de «Search Engine Terms» he encontrado la tabla que también adjunto.


Resulta que, motivados por mi post sobre el tiroteo ocurrido hace ya algunos meses en un Wendy’s de Florida, mi querido saca2donda.com se me está llenando de lunáticos que quieren saber «como matar alguien perfectamente», «como matar a su noviar» o, simplemente, «como matar a alguien». Además, también hay más de uno que busca «tetas en el gipnacio», aunque supongo que se refiere al gimnasio, y eso no está tan mal…

La cuestión es que todo esto me ha llevado a pensar en cosas mucho más profundas y ha desvariar hacia direcciones perdidas en busca de motivos por los cuales alguien podría llegar a hacer algo así. Obivamente, me refiero a que alguién busque en un motor de internet las instrucciones para matar a alguién, para matar a la novia o para cometer un asesinato «perfectamente». Lo primero que me viene a la cabeza es: «Como han cambiado los tiempos».

Hace no tantos años, una mente perversa o pervertida por la idea de acabar con la vida de alguien no habría perdido el tiempo en buscar respuestas a sus dudas en el internet de la época -la enciclopedia Britannica, con la cual te solían regalar bicicletas, aviones teledirigidos o por el estilo.


No, hace no tantos años, cuando alguién pensaba quitarle la vida a otro humano, solía acudir al más temido del lugar (en el Viejo Oeste, por ejemplo), al abuelo que estuvo en la guerra y que pasaba los últimos años de su vida jugando a la petanca (al menos a uno tenía que haber matado en la guerra) o al gitano que vendía droga en la esquina y que, cuando menos, llevaba navaja encima, con lo que ya tenía muchos más huevos que todos los demás pardillos del barrio.

Pero ahora las cosas han cambiado, y hay gente (más o menos seria en su propósito, la verdad sea dicha) que busca la forma de arrebatarle la respiración a otro ser através de internet. Claro, demos gracias que el bendito motor de busqueda les llevó hasta mi página, en la cual no encontrarán la forma de matar a nadie e, incluso, hasta se les podría endulzar la vida un poco leyendo las tonterías que día sí y día también este humilde Puñal escribe en foro de tal magnitud. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en todos esos que han sido dirigidos hasta páginas donde cualquier otro perturbado mental SÍ que se atreve a recabar, pensar y, finalmente, escribir en lenguaje HTML las 1,001 formas de matar a tu novia, tu amante, al amante de tu novia o a tu perro.

PhotobucketDicho esto, paso al último paso…el que de verdad me preocupa. Pensando en este tema, sentado en la libertadora comodidad de la taza del inodoro, concluí que por primera vez en los últimos ocho años creo que estoy de acuerdo con una de esas propuestas inauditas que el congreso de Estados Unidos, y el señor Bush con su complaciente complicidad, han convertido en ley.

Sí, estoy de acuerdo con que nos escuchen las conversaciones que tenemos por teléfono, con que nos espíen lo que vemos por internet y que nos revisen los emails que mandamos.

Al fin y al cabo, no deberíamos hacer nada que nos dé vergüenza reconocer. No deberíamos buscar información de Mein Kampf si nos da pánico que nos descubran y que nos tilden de nazis; no deberíamos buscar porno infantil en la red sino estamos haciendo un estudio de posgrado sobre la sique de los pederastas, pues si nos pillan y no tenemos una tesis lista va a ser muy difícil de explicar que estabamos buscando la información: «para pasar el rato»; y obviamente no deberíamos intentar encontrar en un motor de busqueda la forma de cometer un asesinato perfecto sino vamos a intentar llevarlo a cabo.

Y en ese caso, estoy muy de acuerdo con que nos lleven a la cárcel.

Hay que ser gilipollas

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Me quedé frío.

Estaba viendo «El Orfanato», dirigida por J Bayona y protagoniozada por Belén Rueda, y recordé que, cuando era pequeño, ella presentaba un programa en España al que yo, a mis tiernos 11 años, mandé un carta. El programa, que en ese momento no recordaba, se llamaba «Sin ir más lejos» y simplemente hacia sueños realidad. El mio era conocer a Iván Zamorano. Nunca me llamarón, claro.

Tras buscar en Google el nombre del programa un buen rato, me enganché en You Tube. Primero, ví el clip de la muerte de Belén Rueda en «Los Serrano», de ahí llegué a un vídeo de Ana Obregón cuando salía con Davor Suker (otro de mis ídolos de juventud en el Real Madrid). Justamente, el vídeo de anita tenía un relacionado que se titulaba «Famosas sin Maquillar». A la pegajosa melodía de «Pretty Woman», la secundaba un larga ristra de fotos más o menos reales de famosas, con y sin maquillaje. Bastante gracioso, pero no tanto como lo que vería a continuación.

Me llamó la atención el título de «Estuve con un taxista anoche», pues tengo un amigo taxista en Palma de Mallorca (tranquilo que no diré tu nombre Sampe…) que me ha contado más de una historia bastante peculiar sobre la trasnochada vida del conductor suicida. Historias que, por otra parte, hubiera firmado el mismísimo Ricardo Arjona, mientras zigzaguea en Reforma con su novia Norma…

La cuestión es que hice click en el vídeo, y se me cayó la cara de vergüenza al oir el montón de gilipolleces que decía esta chica en 3:35 minutos. ¡Impresionante! Hay que tener el cerebro de mosquito para pensar que, 1) está buena, 2) es graciosa, 3) es inteligente y sofisticada/aventurera. La verdad, da pena que gente como está inunde el mundo pero, me quedé un poco más tranquilo al ver los comentarios de los usuarios pues, en su gran mayoria, delatan la actitud de esta niñata como algo que no suele ser normal.

Parece que en el mundo aun hay esperanza.

Americanidolizado

Odio American Idol. Lo odio con locura, pasión, hastío y hasta un poquito de cariño. Me parece una aberración que le da la oportunidad a un grupo de chicos, pero que destroza las ilusiones de otros miles de pobretones que hacen las pruebas para que, simplemente, Simon les diga que no sirven para nada.

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Y no es cierto. Hay muchos aspirantes a cantantes que podrían romperla si le dieran una oportunidad. Dice Sabina que las buenas voces se compran en el cuarto piso de El Corte Inglés, pero que para ser cantante se necesita mucho más. El propio Sabina estaba exiliado en Londrés en los 70, y de mayor iba para profesor de lengua en un instituto de provincias y/o poeta fracasado. Sin embargo, se cruzo en su camino Robert Allen Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, y le demostró, sin saberlo, que el bueno de Joaco podía ser cantante…sin voz, como el judío de Nueva York. Años antes, Leonard Cohen escribió novelas por encargo en una isla de Grecia, y se moría de hambre y se comía los mocos, hasta que él también se cruzo en el camino a Mr. Zimmerman y pensó: «Si éste canta con esa voz, yo también puedo».


Por eso digo, que American Idol, como en su día Operación Triunfo en España, me tiene horrorizado, pues pretende maquinar, automatizar y generar algo tan genérico que a todos guste, y se olvida que lo que de verdad está intentando hacer es buscar la competencia entre cantantes; tan diferentes ellos. Si os dais cuenta, al final, todos acaban cantanto la típica balada tierna que tiene un coro gritón, tipo la canción de El Guardaespaldas de Whitney Houston o la de Titanic de Celine Dion. Pero, ¿qué hubiera sido de Barry White en American Idol? ¿Y de Bono? ¿Y os imagináis a Amy Winehouse diciéndole: «Fuck you!» a Simon después de que este le cerciore, por activa y por pasiva, que nunca se ganará la vida como cantante? ¡Ja!

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Y el problema es ese: en la música, como en cualquier otro arte, hay cosas para todos, pues para gustos los colores. Por eso, esta marketiniana idea del American Idol me sigue pareciendo lo más macabro de lo macabro; miles de corazones rotos, para que al final unos pocos (los finalistas) se puedan llevar un trozo del pastel, y Simon y sus secuaces una millonada.

Porque este tipo, después del programa, produce los discos de los ganadores, con lo que, mejor negocio imposible. El cara dura se pasa cinco meses saliendo en la tele, en prime time, tres veces por semana, forjándose una imagen de tipo malo, crítico, ácido y wanabe-intelectualoide, mientras que 12 pobres jovencuelos se dejan el alma en el escenario para convencer a «América» de que ellos son los nuevos «ídolos». Luego, Simon firma a los que más apego han tenido entre la gente, pues ya el trabajo sucio está hecho: Se ha creado una estrella, sólo falta que produzca un disco.

Mientras tanto, mi tio sigue grabando sus canciones en su ordenador, mi amigo Óscar sigue tocando en el Finnegan´s de Miami Beach por $400 la noche (a repartir entre 5) y Quique Gónzalez sólo es conocido entre un círculo muy reducido de asiduos a los peores bares de Madrid.

De todas formas, debo admitir que critico con conocimiento de causa, pues me chupo el show todos los días (es la parte «mala» o «menos buena» de la convivencia en pareja… sólo hay una tele). Y también debo admitir, que hay cosillas que me llaman la atención. Es más, puestosnos a admitir verdades (vamos a contantar mentiras tralará), debo admitir que tengo mi favorito para ser el nuevo American Idol. Seguro que no gana, porque no es el mejor cantante ni el más guapo (al fin y al cabo, «América» vota y «América» tiene mejor entrenado el ojo que el oído), pero es el único que, en la presente temporada, se está destapando como un ARTISTA, pues a las versiones que le toca interpretar cada noche, ha sido capaz de darle un toque personal que es lo mínimo que podemos esperar de cualquier ARTISTA que se precie.

Se llama David Cook y estás son sus versiones de Eleanor Rigby (American Idol es más llevadero cuando se versiona a Los Beatles) y Billie Jean… esta última es, simplemente, magistral: